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por No se trata de que el PC sea el más rápido o tenga el disco duro más gordo. Si utilizas, como casi todos, Windows como sistema operativo, debes estar atento a las actualizaciones que tapan los frecuentes agujeros de seguridad.
Y si navegas con Internet Explorer, cámbialo por Mozilla Firefox u Opera o, de nuevo, prepárate para poner más parches que a la bici vieja. Los fallos de seguridad son la puerta de entrada para los crackers y un coladero de virus.
SOFTWARE PREVENTIVO
Después del sistema operativo y quizá el editor de textos, el siguiente programa más importante es un antivirus. Y ojo, es tan importante instalarlo como tenerlo actualizado y dejar que vigile el correo electrónico.
Tampoco sobran los cortafuegos y los programas antiespía.
COPIAS DE SEGURIDAD
Se dice que la información del disco duro se puede encontrar en dos estados: o todavía no se ha perdido, o ya se ha perdido.
Por eso no está de más realizar una copia de seguridad de los archivos y documentos más importantes (en cualquier soporte: un segundo disco duro, CDs, DVDs, etc.), así como crear un disco de arranque en caso de desastre: nunca digas de este agua no beberé ni este virus no me infectará.
DESCARGAS
No descargues de Internet nada que no estés seguro de lo que es; lee con cuidado lo que preguntan los pop-ups (ventanas emergentes) y, si no lo entiendes bien, mejor decir que ‘No’.
Pásale un antivirus actualizado a los programas descargados de una fuente no del todo fiable, como un sistema de intercambio de archivos (P2P).
CONTRASEÑAS
Escribir las contraseñas en un post-it y pegarlas en el escritorio, o utilizar la fecha de nacimiento o el nombre del perro, es hacerle un favor a los malos.
Ni siquiera es seguro emplear palabras del diccionario: lo mejor es una combinación de números y letras de al menos seis caracteres.
Pueden ser tan difíciles de adivinar como fáciles de recordar: il0veiu2, a42nad0, NxMmA+t...
CORREO ELECTRÓNICO
La mayoría de los virus, así como timos, falsas amenazas y leyendas urbanas, se propagan por el correo electrónico. Así que:
No habras jamás un archivo adjunto de un remitente desconocido. Y si es conocido, trátalo con precaución, especialmente si se trata de un archivo ejecutable (.exe) o de un formato extraño. Los ‘macros’ de Word o Excel también pueden contener virus.
No hagas caso, en general, de las amenazas de virus que llegan por email, ni las reenvíes sin antes comprobar su veracidad; a menudo incitan a borrar archivos importantes para el sistema.
COMPRAR SEGURO
Siempre que envíes datos personales a través de una página web asegúrate de que está es segura: la dirección (URL) comienza por [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] (se añade una ‘s’) y en la parte baja del navegador aparecerá un candado cerrado.
EN EL ORDENADOR PÚBLICO O COMPARTIDO...
Las medidas de seguridad hay que extremarlas cuando compartimos el ordenador o bajamos al cibercafé a navegar. En un ordenador público no estará en nuestras manos instalar un antivirus, pero sí el poner cuidado para no dejar huella, tanto para que nadie sepa por dónde navegamos (si tenemos algo que ocultar), como para que una contraseña no caiga en manos extrañas.
Para ello: desactivar las opciones ‘autocompletar’ y ‘recordar contraseñas’ del navegador, cerrar la sesión del servicio que utilicemos (webmail, banca ‘online’...), borrar el caché y el historial del navegador y cerrar todas las ventanas antes de marcharnos
Y si navegas con Internet Explorer, cámbialo por Mozilla Firefox u Opera o, de nuevo, prepárate para poner más parches que a la bici vieja. Los fallos de seguridad son la puerta de entrada para los crackers y un coladero de virus.
SOFTWARE PREVENTIVO
Después del sistema operativo y quizá el editor de textos, el siguiente programa más importante es un antivirus. Y ojo, es tan importante instalarlo como tenerlo actualizado y dejar que vigile el correo electrónico.
Tampoco sobran los cortafuegos y los programas antiespía.
COPIAS DE SEGURIDAD
Se dice que la información del disco duro se puede encontrar en dos estados: o todavía no se ha perdido, o ya se ha perdido.
Por eso no está de más realizar una copia de seguridad de los archivos y documentos más importantes (en cualquier soporte: un segundo disco duro, CDs, DVDs, etc.), así como crear un disco de arranque en caso de desastre: nunca digas de este agua no beberé ni este virus no me infectará.
DESCARGAS
No descargues de Internet nada que no estés seguro de lo que es; lee con cuidado lo que preguntan los pop-ups (ventanas emergentes) y, si no lo entiendes bien, mejor decir que ‘No’.
Pásale un antivirus actualizado a los programas descargados de una fuente no del todo fiable, como un sistema de intercambio de archivos (P2P).
CONTRASEÑAS
Escribir las contraseñas en un post-it y pegarlas en el escritorio, o utilizar la fecha de nacimiento o el nombre del perro, es hacerle un favor a los malos.
Ni siquiera es seguro emplear palabras del diccionario: lo mejor es una combinación de números y letras de al menos seis caracteres.
Pueden ser tan difíciles de adivinar como fáciles de recordar: il0veiu2, a42nad0, NxMmA+t...
CORREO ELECTRÓNICO
La mayoría de los virus, así como timos, falsas amenazas y leyendas urbanas, se propagan por el correo electrónico. Así que:
No habras jamás un archivo adjunto de un remitente desconocido. Y si es conocido, trátalo con precaución, especialmente si se trata de un archivo ejecutable (.exe) o de un formato extraño. Los ‘macros’ de Word o Excel también pueden contener virus.
No hagas caso, en general, de las amenazas de virus que llegan por email, ni las reenvíes sin antes comprobar su veracidad; a menudo incitan a borrar archivos importantes para el sistema.
COMPRAR SEGURO
Siempre que envíes datos personales a través de una página web asegúrate de que está es segura: la dirección (URL) comienza por [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] (se añade una ‘s’) y en la parte baja del navegador aparecerá un candado cerrado.
EN EL ORDENADOR PÚBLICO O COMPARTIDO...
Las medidas de seguridad hay que extremarlas cuando compartimos el ordenador o bajamos al cibercafé a navegar. En un ordenador público no estará en nuestras manos instalar un antivirus, pero sí el poner cuidado para no dejar huella, tanto para que nadie sepa por dónde navegamos (si tenemos algo que ocultar), como para que una contraseña no caiga en manos extrañas.
Para ello: desactivar las opciones ‘autocompletar’ y ‘recordar contraseñas’ del navegador, cerrar la sesión del servicio que utilicemos (webmail, banca ‘online’...), borrar el caché y el historial del navegador y cerrar todas las ventanas antes de marcharnos
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